El pádel supone una continua utilización de una serie de articulaciones que pueden llegar a resentirse produciendo pequeñas lesiones. Estas patologías pueden llegar a cronificarse, llegándose a convertir en lesiones más graves que nos impidan la práctica del deporte en sí, además de problemas en nuestra vida diaria.
Estas lesiones y su consecuente agravamiento, se pueden evitar siguiendo una serie de consejos como son:
- Realizar un buen calentamiento y un trabajo de vuelta a la calma, es decir, preparar nuestros músculos, articulaciones… para la realización del ejercicio, y una vez acabado este, ayudarles a una buena recuperación
- No aguantar a notar la lesión, para que simplemente con un pequeño mantenimiento con el fisioterapeuta, podamos tener un buen tono del sistema músculo esquelético.
- Si notamos alguna molestia, debemos ponernos en contacto con un fisioterapeuta para evitar el agravamiento
- Mejorar la técnica de golpeo de la bola .
- Evitar los giros bruscos en los que la pierna puede quedar bloqueada .
- Beber líquidos antes, durante y después de jugar, para evitar calambres y entumecimientos.
- Evitar jugar sobre superficies muy duras.
- Usar zapatillas específicar para practicar este deporte.
- Para evitar que aparezcan ampollas en las manos, seca el mango echando sobre él polvos de talco o serrín.
- Evita caer sobre la parte trasera del pie. Puede provocar lesiones en el tendón de Aquiles.
- Si se sobreentrena puede producirse una fascitis plantar. El descanso es el mejor remedio; pero también es posible aliviar los síntomas utilizando apoyos para el arco del pie y el tobillo.
- En resumen, tener en cuenta que cuidándonos, podemos mejorar nuestro rendimiento y evitar este tipo de lesiones
Las lesiones más habituales en la práctica del pádel son los problemas de codo, hombro, rodilla y los problemas musculares de la parte posterior de la pierna y muslo, aductores de la pierna, y musculatura de brazo y antebrazo.
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